jueves, 18 de marzo de 2010

el Pecado del Silencio


EL PECADO DEL SILENCIO
Por Adrian Rogers

Tengo una gran carga en mi corazón al iniciar este programa. La nación está manchada e inundada con la sangre de niños inocentes, asesinados en el vientre de sus madres. Mas la doble tragedia es que muchos de nosotros, muchos, estamos neutralmente sentados sin decir nada.
Tomen la Palabra de Dios y busquen Proverbios 24. Si usted siente lo que yo siento y es pro-vida, sabe que lo que creemos, aquello por lo que trabajamos y oramos, ha recibido algunos golpes muy severos en los últimos tiempos. Pero no es un golpe para dormirnos sino para despertarnos. Proverbios 24:10-12:
“Si fueres flojo en el día de trabajo,tu fuerza será reducida.
Libra a los que son llevados a la muerte; salva a los que están en peligro de muerte. Porque si dijeres: Ciertamente no lo supimos, ¿acaso no lo entenderá el que pesa los corazones? El que mira por tu alma, él lo conocerá, y dará al hombre según sus obras”.
En los últimos 20 años, 30 millones de personas inocentes han muerto; han muerto por ejecución sin haber tenido un juicio, sin un asesor legal. Han sido ejecutadas en forma cruel e inhumana. Si usted mira su reloj, cada 21 segundos un pequeño bebé morirá en los Estados Unidos por ejecución; algo sucede en la nación que es incomprensible. En los Estados Unidos usted puede ser multado con 5 mil dólares y/o un año de prisión por aplastar el huevo de un águila. ¡Por quebrar un huevo 5 mil dólares y hasta prisión! Pero en este mismo país usted puede ganar salarios exorbitantes asesinando bebés en el vientre de sus madres. Hoy en los Estados Unidos una joven adolescente en la escuela secundaria puede recibir, y recibirá en la mayoría de los casos, educación sexual. Por ejemplo, en una clase de educación sexual se le enseñará a ella y a los jóvenes cómo practicar el sexo sin las complicaciones de enfermedades o embarazos. Por supuesto que también sin el permiso paternal le darán anticonceptivos. Pero si una colegiala en los Estados Unidos queda encinta puede ir a una clínica y sin el conocimiento y consentimiento de sus padres terminar con el embarazo indeseable y abortar el bebé. Y sin embargo, en los mismos Estados Unidos, esa misma clínica de salud escolar no puede dar una aspirina sin el permiso paternal, y no puede perforar las orejas a una jovencita sin el permiso de sus padres.

Quiero darles 3 razones porqué nosotros no debemos guardar silencio. Se que lo que tengo que decir hoy es desagradable. Se que no es uno de esos mensajes felices y optimistas, pero no debo quedarme en silencio y usted no debe guardar silencio. Daré tres razones:

1. Es cuestión de vida. Grábeselo en su corazón, es cuestión de vida. Busque conmigo el salmo 139, por favor, y leamos los versículos desde el 13 hasta el 16, el salmista dice: “Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas”. Subraye esta frase, por favor: que fueron formadas, sin faltar una de ellas. ¿Qué nos dice este versículo? Pues muchas cosas, mas les diré esto: Cuando una mujer esta encinta, Dios esta formando un niño; Dios mismo forma al niño en el vientre de esa madre. El salmista dijo que es formidable y maravilloso. El mismo salmista dijo que ese niño en el vientre de la madre es el sujeto y el objeto del amor y del interés de Dios. Ahora, es cuestión de vida, les repito, es cuestión de vida. ¿Cuándo comienza la vida? Según la Biblia comienza en la concepción. ¿Y qué de la ciencia? Científicamente es tan fácil ver que esa vida comienza en la concepción. Pero mi amigo, una célula humana se compone de 46 cromosomas: 23 son suplidos por el padre y 23 por la madre. Esa estructura celular en el bebé es tanto del padre como de la madre. Esta es la razón por la cual ninguna madre puede decir: “A nadie le importa lo que hago con mi cuerpo”. No es su cuerpo. Hay una criatura diferente; los cromosomas de un padre y de una madre están presentes. El bebé está en un continuo proceso de desarrollo. Ahora, si usted toma un bebé recién concebido ya es un bebé; si toma un bebé que se desarrolla en la matriz de una madre, es una persona. Si toma un bebé recién nacido, él es una persona. Si toma un bebé que llega a ser un niño, él es una persona. Tome a un niño en su primer día escolar, es ya una persona. Tome a una persona joven como las que me escucha en este momento, todas son personas. Tome un apuesto joven adulto, es una persona. Tome una persona adulta en edad, y es una persona. Todas están en una etapa continua de desarrollo pero todas son personas, mi querido amigo, según la Palabra de Dios e incluso según la ciencia. Así que, número uno, es cuestión de vida. No estamos hablando tan solo de deseos. Es cuestión de vida. Es un niño, un niño en el vientre de la madre.




2. No solo es cuestión de vida, es cuestión de amor. ¿Qué hay de malo en el aborto? Si de hecho es un bebé en el vientre de la madre, entonces ¿cómo debe ser tratado? Se lo diré cómo debe ser tratado. Pero mejor no, voy a dejar que Jesús lo diga. Mateo capítulo 7, versículo 12: “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas” Lo que Jesús quiso decir al mencionar la ley y los profetas era que toda la Biblia, todo el Antiguo Testamento, la Biblia que ellos tenían en esa época, estaba resumida en tratar a otros como nosotros queremos que nos traten. ¿Qué madre quiere ser asesinada por desmembramiento? Bueno, madre, si usted quiere que nadie le haga eso, no se lo haga a su bebé. ¿A qué doctor le gustaría ser atrapado en una celda y ser asesinado al derramar sobre su cuerpo ácido corrosivo, forzando dicho ácido en sus pulmones y permitiendo que él convulsione por horas antes de morir? Los planificadores sociales dicen que el aborto y sus leyes son principalmente para las sobrecargadas y pobres. Pero permítame decir algo: El 76% de las mujeres que abortan son solteras y el 53% no tienen hijos; no es porque estén sobrecargadas. La mayoría tienen más de 20 años, o sea que no son adolescentes, y la gran mayoría son de raza blanca, de clase media y media alta; así que esto se basa, principalmente, en el egoísmo. ¿Sabe usted cuál es el peor extremo del egoísmo? El peor extremo del egoísmo, tal como yo lo veo, es la industria multimillonaria de dólares del aborto. Hay doctores en los Estados Unidos que viven en extravagantes mansiones, porque estos doctores están en el macabro negocio de tomar vidas. Cada ladrillo en sus mansiones es, por así decirlo, el hueso de un niño, y la mezcla es la sangre de los niños. Ellos están en el negocio de asesinar por contrato. Deuteronomio 27:25 dice: “Maldito el que recibiere soborno para quitar la vida al inocente”. La maldición de Dios está sobre ellos. Y eso lo puedo decir con toda seguridad, basado en la Palabra de Dios.







3. Es cuestión de lógica. Se que existen algunos que tienen sus complicados, obtusos, interesados y escandalosos argumentos, y sé que muchos de ellos que me están escuchando ahora mismo están muy enojados por lo que estoy diciendo, si es que ya no han apagado sus radios. Yo lo sé. Pero amigo, no podemos guardar silencio. Quiero que usted examine algunos de estos argumentos y examine si realmente suenan lógicos. Por ejemplo, hay algunos que dicen: “bueno, no es aún un bebé mientras esté en la matriz de la madre; la vida comienza al respirar”. Eso es una tontería, mi amigo. El niño necesita oxigeno para sobrevivir en el vientre de la madre. Ya tiene vida y recibe oxigeno a través del cordón umbilical. Otra persona tal vez diga: “Pero qué de todos esos niños concebidos por violación e incesto”. ¿Qué? ¿Va usted a jugar a ser dios en un asunto como éste? ¿Va usted a decidir que un bebé concebido por violación o incesto no debería vivir? Le recuerdo que la famosa Ethel Waters nació de un embarazo causado por una violación. Gracias a Dios por la forma en que ella tocó esta vida en este mundo. Además acuérdese usted que Ruth una pariente del Señor Jesucristo, recibió su vida a través de la descendencia de Moab quien nació de una relación incestuosa. Y estamos hablando de Ruth, una pariente del Señor Jesucristo. Ahora bien, si usted dice que un bebé nacido de una violación o incesto no debería vivir, permítame ponérselo de esta forma: ¿Qué pasa si hay un bebé de 1 mes de vida en la cuna, producto de una violación o incesto: mataría usted a ese bebé? ¿Y qué si hay un bebé de 2 meses? O un niño de 5 años, ¿lo mataría? ¿Va a ser usted el que diga que porque el niño fue concebido en circunstancias que usted no aprueba, esa criatura debe morir? Recuerde, ese bebé fue un niño en el vientre de su madre, tanto y como es un niño fuera del vientre de la madre. Además, y los abortistas saben esto y no quieren por supuesto que usted lo entienda, esta no es la razón por la que están a favor del aborto; debido a esos bebés que nacen por violación o incesto. Eso es solo una minúscula cantidad del problema. La décima del 1% de los abortos se ejecuta en bebés concebidos como producto de una violación o incesto. Así que esta razón es simplemente una cortina de humo; es el argumento que usan. Bien, alguien más dirá, pero y ¿qué del asunto de la deformidad? Si sabemos que el bebé en la matriz de la madre va a nacer deforme, ¿no deberíamos eliminarlo aún antes de que nazca? Bien, quiero hacerle una pregunta ¿cree usted que es lógico pensar en esta forma? ¿Cree usted que la gente con defectos debe ser asesinada? ,¿eliminada? Si es así, hay algunos de ustedes mis amigos oyentes que no podrían estar vivos, incluyendo el que les habla, porque todos tenemos defectos. ¿Cuán perfecto? tiene usted que ser para vivir? ¿Dónde comenzamos cuando empezamos a eliminar a aquellos que tienen defectos? ¿Qué hacemos con los bebés que nacen deformes o defectuosos? ¿los ejecutamos? Al comenzar a eliminar a los indeseables, estimados amigos, ¿a dónde paramos? Piense: ¡infanticidio después del aborto! ¡Aniquilamos a los bebés que tienen defectos! ¡Eutanasia para los viejos! Entonces, llamemos al Dr Kevorkian y a los suyos para que se encarguen de los viejos. Genocidio, ¡hagamos una limpieza étnica, y nos deshacemos en esta forma de toda una raza! ¿Dónde paramos? Todas estas cosas son ilógicas.

Y alguien puede presentar otro argumento: “¡Oh, el cuerpo de una mujer es de ella para hacer lo que ella quiera con él!” Amigos, esto no es cierto. Esto es una mentira diabólica. Según las leyes de hoy, ella, por ejemplo, no puede ser una prostituta en la mayoría de los estados en los Estados Unidos y, ciertamente, no es legal que una mujer o un hombre se inyecten con heroína. En Tennessee, me dicen que debo abrocharme el cinturón de seguridad cuando estoy manejando mi carro, ¡jaá! y pensé que era mi cuerpo. No, no, no, entendamos que en una civilización el cuerpo de una mujer no siempre es de ella para hacer con él lo que ella quiera.
Pero amigo, es que no estamos hablando del cuerpo de ella. No estamos hablando de su cuerpo. Hablamos de una vida que vive en ella. Ella es simplemente la anfitriona. Hay un invitado en su vientre, deseado o no.
Y ya voy a terminar. ¿Qué debemos hacer frente a todo esto?:

1. Usted debe estar informado, y es el porqué predico este mensaje

2. Necesitamos trabajar y orar por una enmienda constitucional que haga que el aborto en demanda sea ilegal

3. Debemos enseñar y predicar la moralidad sexual, en el hogar, sí, y en la iglesia.

4. Necesitamos tener más compasión con las madres solteras. En muchas ocasiones las conducimos a los brazos “amistosos” de las clínicas de aborto.






Pero ¿qué más debemos hacer? Debemos orar a Dios y pedirle que tenga misericordia con esta nación, y que envíe un avivamiento espiritual. Dice la Palabra: Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos, entonces Yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
Pero ¿qué más debemos hacer? Debemos predicar el evangelio glorioso y salvador de Jesucristo, para que la gente llegue a conocerlo como su salvador personal y cambie sus corazones para poder cambiar sus vidas. ¿Sabe qué anda mal, no solamente en nuestro país sino en todo el mundo? ¿Sabe quién ha fallado principalmente? Nosotros, los predicadores del evangelio hemos fallado. Las iglesias… han fallado Antes teníamos una moralidad bíblica en el país, pero esta rápidamente parece que va desapareciendo en el horizonte. Hoy vivimos en otra sociedad donde tenemos moralidad por mayoría y por conveniencia, en lugar de la firme diferencia entre lo bueno y lo malo.
No existe nada en los Estados Unidos hoy que no pueda cambiarse radicalmente, dramáticamente y hasta velozmente, si tuviésemos una generación de predicadores en los púlpitos a través del país que enseñen: Así ha dicho Jehová… así ha dicho Jehová.
Reconozcamos, estamos en una crisis, y no debemos guardar silencio. Hable de todas las formas que pueda. Pero sobretodo, tenga sus rodillas dobladas y ore al Dios omnipotente.
Padre amado, sella este mensaje en cada uno de nuestros corazones. Haz llegar tu Palabra y cambia la actitud de los hombres. Haznos respetuosos de la vida que tú nos concedes, y de la vida que tú concedes a otros. En el nombre del Señor Jesucristo. Amén.

armianismo vs calvinismo



Una comparación entre los dos sistemas doctrinales




Los cinco puntos del arminianismo
vs
Los cinco puntos del calvinismo



1.Libre albedrío o habilidad humana

Aunque la naturaleza humana fue seriamente afectada por la caída, el ser humano no ha quedado en un estado de total incapacidad espiritual. Dios le brinda a todo pecador la capacidad de creer y arrepentirse, pero lo hace de tal manera que no interfiere con su libertad individual. Cada pecador posee libre albedrío y su destino eterno dependerá de cómo lo utilice. La libertad del hombre consiste en su capacidad para escoger el bien sobre el mal en materia espiritual; su voluntad no es esclava de su naturaleza pecaminosa. Todo pecador tiene el poder de cooperar con el Espíritu de Dios y ser regenerado, o resistir la gracia de Dios y perecer. El perdido necesita la ayuda del Espíritu Santo, pero no tiene que ser regenerado por el Espíritu de Dios antes de que pueda creer ya que la fe es producto del hombre y precede al nuevo nacimiento. La fe es el regalo del hombre a Dios y su contribución para ser salvo.

1.Depravación total

Debido a la caída, el ser humano no tiene la capacidad de creer en el evangelio. El pecador está muerto, ciego y sordo a las cosas de Dios, y su corazón es engañoso y perverso. Su voluntad no es libre sino esclava de su naturaleza caída, por lo tanto no puede elegir el bien sobre el mal en el plano espiritual. Como resultado de ello, es necesario mucho más que la ayuda del Espíritu Santo para conducir al pecador a Cristo; se necesita la regeneración.

Por medio de ella, el Espíritu Santo vivifica al pecador y le da una nueva naturaleza. La fe no es lo que el hombre contribuye para su salvación, sino que es parte del don de Dios de la salvación – es el regalo de Dios al pecador, no el regalo del pecador a Dios.

2.Elección condicional

El acto de Dios de escoger a ciertos individuos desde antes de la fundación del mundo se basa en su preconocimiento de que iban a responder a su llamado. Dios eligió a aquellos que sabía de antemano que libremente aceptarían el evangelio. La elección, por lo tanto, fue determinada por la decisión del hombre, previamente conocida por Dios. La fe salvadora no es dada al pecador por voluntad de Dios, sino que surge de la sola voluntad del hombre. Dios escogió a aquellos que por su libre albedrío escogieron a Cristo. Por ende, la causa final de la salvación es la decisión del pecador por Cristo, y no la decisión de Dios hacia el pecador.

2.Elección incondicional

La elección de Dios de ciertos individuos desde antes de la fundación del mundo, para salvación depende solamente de su voluntad soberana. Su elección no se basa en ninguna respuesta prevista, ya sea la fe o el arrepentimiento. Al contrario, Dios otorga fe y arrepentimiento en aquellos a quienes él ha elegido. Estos actos son el resultado, no la causa de la elección de Dios. Por ende, la elección no está determinada ni condicionada por ninguna cualidad ni virtud que Dios haya visto de antemano en el individuo. Aquellos a quienes Dios soberanamente ha escogido, vendrán voluntariamente a Cristo por medio del poder del Espíritu Santo. Por lo tanto la causa de la salvación es la voluntad de Dios hacia el pecador, y no la voluntad del pecador hacia Dios.

3.Redención o sacrificio Universal

La obra redentora de Cristo hace posible la salvación de toda la raza humana, pero no garantiza la salvación de nadie. Si bien Cristo murió por toda la humanidad, solamente aquellos que creen en él serán salvos. Su muerte hizo posible el perdón divino a todos los pecadores, con la condición de que crean en él. La expiación de Cristo se hace efectiva únicamente si el ser humano decide aceptarlo.

3.Expiación limitada o redención particular

La obra expiatoria de Cristo fue ofrecida para salvar a los escogidos, y efectivamente asegura la salvación de ellos. Su muerte fue el pago efectivo por los pecados de los escogidos. Además de pagar por los pecados de su pueblo, la expiación de Cristo provee todo lo necesario para la salvación incluyendo el don de la fe salvadora. El regalo de la fe es infaliblemente aplicado por el Espíritu a todos por quienes Cristo murió, garantizando así su salvación.

4.El Espíritu Santo puede ser resistido

El Espíritu Santo llama internamente a todos los que son llamados mediante la invitación del evangelio. Hace todo lo posible para que el pecador sea salvo, pero ya que el ser humano tiene libre albedrío, el hombre puede resistir el llamamiento del Espíritu. El Espíritu Santo no puede regenerar al pecador hasta que éste decida creer (fe). Por consiguiente, el libre albedrío del hombre limita al Espíritu en la aplicación de la obra salvadora de Cristo. El Espíritu sólo puede atraer a Cristo a quienes le permiten obrar en su interior. Hasta que el pecador no responda, el Espíritu no puede vivificarle. La gracia de Dios, por ende, no es invencible y puede ser efectivamente resistida por el individuo.

4.Gracia irresistible o llamamiento eficaz

Además del llamado universal al arrepentimiento, dado a todos los que oyen el evangelio, el Espíritu Santo opera un llamamiento interno especial sobre los elegidos, el cual les conducirá efectivamente a la salvación. El llamamiento externo puede ser y a menudo es resistido, pero el llamamiento interno, que opera solamente en los elegidos, no puede ser resistido y conduce infaliblemente a los pecadores a Cristo. El Espíritu Santo, por medio de la regeneración, hace que el pecador elegido coopere, crea, se arrepienta y acuda libre y voluntariamente a Cristo. La gracia de Dios, por ende, es invencible y jamás falla en hacer que los escogidos sean salvos.

5.Caer de la Gracia

Aquellos que creen y son salvos pueden perder su salvación si fallan en mantener su fe. Ya que la fe es resultado de la voluntad libre del individuo, este puede dejar de creer y perder su posición de redimido.

5.Perseverancia de los santos o seguridad de la salvación

Aquellos que han sido escogidos por Dios, redimidos por Cristo y que han recibido el don de la fe salvadora por medio del Espíritu Santo, serán salvos eternamente. Son guardados en la fe por el poder del Todopoderoso quien les preservará hasta el fin.

Declarion de Fe


ESTO CREEMOS
D E C L A R A C I O N D E F E

[1] Creemos: que solo la Escritura representa la única regla válida de fe y práctica para la iglesia cristiana. ninguna revelación individual, ni manifestación, ni criterio particular, ni experiencia irá por encima de lo que ha sido ya revelado en la Palabra de Dios. Con esto nos reafirmamos en uno de los postulados más importantes de la Reforma: la Sola Escritura.

2 Pedro. 1:19, 21; 2 Timoteo. 3:16; 1 Juan. 5:9; 1 Tesalonicenses. 2:13

Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día amanezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones. Pero ante todo entended que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.

Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios, porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo.
Por lo cual también nosotros damos gracias a Dios sin cesar, porque cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes

[2] Creemos: que Dios desde la eternidad, por el sabio y santo consejo de su voluntad, ordenó libre e inalterablemente todo lo que sucede. Sin embargo lo hizo de tal manera que Dios no es autor del pecado, ni hace violencia a la voluntad de sus criaturas.

Efesios. 1:11, Santiago. 1:13

En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad

Cuando alguno es tentado no diga que es tentado de parte de Dios, porque Dios no puede ser tentado por el mal ni él tienta a nadie

[3] Creemos: que a causa del pecado que libre y voluntariamente Adán y Eva cometieron, la muerte espiritual entró en la raza humana de tal manera que afectó a toda su descendencia. Por tal razón los seres humanos nacen con una naturaleza corrompida e inclinada al pecado. No pueden por sí mismos hallar el camino a Dios, ni cumplir sus requisitos.
Romanos. 5:12, Efesios. 2:1-5 Romanos. 3:10-12, 1 Corintios 2:14

Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron

Él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecado en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia Entre ellos vivíamos también todos nosotros en otro tiempo, andando en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos; y éramos por naturaleza hijos de ira lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo, por gracia sois salvos.

Como está escrito: «No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno

Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura; y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente

[4] Creemos: que Dios, por el puro afecto de su voluntad quiso escoger para salvación a ciertas personas, no por sus méritos ni cualidades particulares, sino por su elección soberana. A este pueblo elegido sacó de su condición espiritual miserable por medio de la iluminación y vivificación de su Santo Espíritu.
Romanos 8:29, Efesios 1:3-11, 2 Tesalonicenses 2:13-14

A los que antes conoció, también los predestinó para que fueran hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendijo espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de él. Por su amor, nos predestinó para ser adoptado hijos suyo por medio de Jesucristo según el puro afecto de su voluntad para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado.

En él tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia. Él nos dio a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en el cumplimiento de los tiempos establecidos, así las que están en los cielos como las que están en la tierra. En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad

Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad. Para esto él os llamó por medio de nuestro evangelio: para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.

[5] Creemos: que tal acto soberano de elección está enseñado claramente en la Escritura y el mismo de ninguna manera hace a Dios injusto, sino que por el contrario exalta la grandeza, la soberanía y la justicia divina.

Romanos. 9:13-24

No habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal (para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciera, no por las obras sino por el que llama), cuando Dios le dijo a Rebeca: «El mayor servirá al menor». Como está escrito: «A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí». ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? ¡De ninguna manera!, pues a Moisés dice: «Tendré misericordia del que yo tenga misericordia y me compadeceré del que yo me compadezca» Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia, porque la Escritura dice al faraón: «Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra». De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece. Pero me dirás: «¿Por qué, pues, inculpa? ¿Quién ha resistido a su voluntad?» Pero tú, hombre, ¿quién eres, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: «Por qué me has hecho así» ¿Acaso no tiene potestad el alfarero sobre el barro para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción? Él, para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que había preparado de antemano para gloria. A estos también ha llamado, es decir, a nosotros, no solo de los judíos, sino también de los gentiles. Como también en Oseas dice: «Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo, y a la no amada, amada.
[6] Creemos: que el pecador elegido es llamado eficazmente por medio del Espíritu Santo, quien lo regenera y vivifica, cambiando el corazón de piedra por un corazón de carne; lo cual produce como resultado un genuino arrepentimiento.
Efesios 2:1, Ezequiel 36:26

Él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados.
Os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros. Quitaré de vosotros el corazón de piedra y os daré un corazón de carne



[7] Creemos: que el único medio de salvación establecido en el Evangelio es la Justificación por la fe solamente. Al pecador arrepentido le es imputada la justicia de Cristo de manera que es santificado por medio de la expiación y es adoptado como hijo de Dios. Las buenas obras son el resultado y evidencia de una verdadera regeneración, pero no son el medio por el cual podemos ser salvos. De manera que sostenemos conforme a las Escrituras, que la redención del impío es un acto total de la gracia de Dios.

Romanos. 8:30, 3:24, 4:5-8; 2 Corintios. 5:19; Romanos. 3:22, 24-28; Tito 3:5-7; Ef. 1:7;
Jeremías. 23:6; 1 Corintios. 1:30-31; Romanos. 5:17-19.

Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó

Y son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús

Bienaventurado el hombre a quien el Señor no culpa de pecado». ¿Es, pues, esta bienaventuranza solamente para los de la circuncisión o también para los de la incircuncisión? Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia. ¿Cómo, pues, le fue contada? ¿Estando en la circuncisión, o en la incircuncisión? No en la circuncisión, sino en la incircuncisión. Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo cuando aún no había sido circuncidado, para que fuera padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia; y padre de la circuncisión, para los que no solamente son de la circuncisión, sino que también siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado.

Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación

La justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él, porque no hay diferencia A quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con miras a manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo y el que justifica al que es de la fe de Jesús. ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. Concluimos, pues, que el hombre es justificado por la fe sin las obras de la Ley
Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo, nuestro Salvador, para que, justificados por su gracia, llegáramos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo, nuestro Salvador, para que, justificados por su gracia, llegáramos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterno
En él tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia

En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual lo llamarán: "Jehová, justicia nuestra”
Pero por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención, para que, como está escrito: «El que se gloría, gloríese en el Señor
Si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia. Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación que produce vida. Así como por la desobediencia de un hombre muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, muchos serán constituidos justos.


[8] Creemos: que es imposible que un verdadero creyente pueda perder su posición como hijo de Dios y la vida eterna que ha sido prometida a todos los redimidos. Esta redención, no solo conlleva el acto legal de la justificación, sino la recepción del Espíritu Santo en el interior del redimido, que se convierte en morada o templo del Dios Altísimo desde la misma conversión.
Efesio. 1:13; Hechos. 19:2; Juan. 7:38-39

En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa
Les preguntó: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Ellos le dijeron: Ni siquiera habíamos oído que hubiera Espíritu Santo
El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior brotarán ríos de agua viva.
Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyeran en él, pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.

[9] Creemos: que el creyente posicionalmente está completo en Jesucristo. Está llamado sin embargo a una vida piadosa y sometida a la voluntad divina. Sostenemos que la plenitud o llenura del Espíritu viene como consecuencia de la auto negación, la renuncia al pecado y la total entrega del redimido a la voluntad divina. Bíblicamente es un proceso continuo en el cristiano y no puede ser jamás confundido con una experiencia emocional o extática En el verdadero sentido del texto, el mandato es a ser "constantemente" llenos del Espíritu, y esto se demuestra, como vemos en los subsiguientes versos, en un estilo de vida, y no necesariamente en una experiencia momentánea.
Colosenses. 2:9-10, Romanos. 6:12-13, 12:1-2, Gálatas. 5:16-18, Efesio. 5:18-20.

Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad
No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus apetitos; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.
Por lo tanto hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro verdadero culto. No os conforméis a este mundo sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne, porque el deseo de la carne es contra el Espíritu y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisierais. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la Ley
No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo

[10] Creemos: que las emociones, como parte de la naturaleza humana, forman parte de la vida cristiana y de su legítima expresión. No deben ser éstas, sin embargo, las responsables de la determinación del propósito divino, ni de la interpretación de la verdad, ni del discernimiento espiritual. Declaramos que solo la palabra profética más segura, la Biblia, será la antorcha que alumbre a la iglesia y al creyente cuando camine en lugar oscuro.
Efesio. 4:14, Hebreos. 5:12, 2 Pedro. 1:19

Así ya no seremos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error.

Debiendo ser ya maestros después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales, que tenéis necesidad de leche y no de alimento sólido.

Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día amanezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones.




[11] Creemos: que el bautismo del Espíritu Santo es exactamente lo mismo que el nuevo nacimiento o la regeneración. El creyente es bautizado con el Espíritu Santo una vez para siempre cuando se convierte y no en una o más experiencias posteriores. La señal o evidencia de ese bautismo del Espíritu Santo es el fruto del Espíritu y no el don de lenguas o “glosolalia”, ni ningún otro don espiritual.
1 Corintios. 12:13, Efesios. 1:13, 1 Corintios. 14:22; 1 Corintios. 13:1-3

Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, tanto judíos como griegos, tanto esclavos como libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa
Así que las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes.
Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. Y si tuviera profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe, de tal manera que trasladara los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiera todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregara mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.

[12] Creemos: que por medio de la salvación el redimido es totalmente librado de la potestad de las tinieblas y de Satanás y trasladado al reino del amado Hijo. La teoría de que un creyente puede ser poseído por un ente espiritual inmundo o que puede heredar de sus ancestros tales influencias, representa una severa aberración de la enseñanza bíblica. Afirmamos que la lucha del cristiano contra el adversario es librada desde su posición en Cristo con la armadura que Dios le ha dado y contra un enemigo que ya ha sido derrotado en la cruz del Calvario.
Colosenses. 1:13, Hechos. 26:18, 1 Juan. 5:18, 2 Corintios. 5:17, Jeremías. 31:29-30, Colosenses. 2:13-15
Él nos ha librado del poder de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo
Para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados"
Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios no práctica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios lo guarda y el maligno no lo toca.

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas
En aquellos días no dirán más: "Los padres comieron las uvas agrias y a los hijos les da dentera", sino que cada cual morirá por su propia maldad; a todo aquel que coma uvas agrias le dará dentera.
Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados. Él anuló el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, y la quitó de en medio clavándola en la cruz. Y despojó a los principados y a las autoridades y los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
[13] Creemos: que el término unción, bajo el Nuevo Pacto, es sinónimo del Espíritu Santo. Por ende existe una sola unción que es recibida en la conversión, y no en una o más experiencias posteriores. Los atributos de la unción y del Espíritu Santo son los mismos en la Escritura: permanece en el creyente, y le enseña todas las cosas que debe saber.
1 Juan. 2:20-27, Juan. 16:13
Vosotros tenéis la unción del Santo y conocéis todas las cosas
Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga y os hará saber las cosas que habrán de venir.

[14] Creemos: que la salud espiritual de un redimido no se mide sobre la base de su prosperidad económica o salud física. Declaramos que las prácticas de confesión positiva, visualización, o cualquier otra técnica en la cual el creyente pretenda manejar el poder de Dios o que le obedezca a ciertas palabras o reclamos, representa una afrenta a la soberanía divina y una práctica anticristiana perteneciente al discurso de la Nueva Era.
1 Timoteo. 6:6-10; Filipenses. 4:12; Hebreos. 11:36-39, Juan. 9:31; 1 Juan. 5:14; 2 Corintios. 12:7-9
Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento, porque nada hemos traído a este mundo y, sin duda, nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos ya satisfechos; pero los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas que hunden a los hombres en destrucción y perdición, porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe y fueron atormentados con muchos dolores.
Sé vivir humildemente y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.


Otros experimentaron oprobios, azotes y, a más de esto, prisiones y cárceles. Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada. Anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados. Estos hombres, de los cuales el mundo no era digno, anduvieron errantes por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra. Pero ninguno de ellos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, recibió lo prometido
Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios y hace su voluntad, a ese oye.
Esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.
Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltara, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor que lo quite de mí. Y me ha dicho: «Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad». Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
[15] Creemos: que la Escritura no establece estilos sino principios de adoración para el creyente neo-testamentario. Los estilos y formas pertenecen más bien a la expresión del individuo y a la cultura de un pueblo. Los estilos son variables, pero los principios son inalterables. La adoración genuina debe ser sincera, voluntaria y dirigida a Dios en actitud de humillación, y total entrega. Para que la misma sea legítima debe desarrollarse como Jesús enseñó: “en espíritu y en verdad”. Rechazamos cualquier teología de la adoración que pretenda imponer su propio estilo y práctica por encima de otras expresiones litúrgicas.
Juan. 4:23; Hechos. 2:46-47
Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque también el Padre tales adoradores busca que lo adoren.
Perseveraban unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.

[16] Creemos: en el poder de Dios para sanar y obrar milagros en la actualidad. Ese poder actúa conforme a su soberana voluntad y no está sujeto a la voluntad humana, ni puede ser manipulado por ningún ser humano, ni transferido a objetos. Rechazamos la promoción y el uso de objetos, alimentos, amuletos y artefactos como milagrosos o facilitadores de milagros y señales.


[17] Creemos: en todos los dones o carismas que el Espíritu Santo ha repartido a su Iglesia para edificación y bendición del cuerpo de Cristo. Tales dones habrán de ser administrados conforme a los principios establecidos en las Escrituras. A su vez declaramos que el fruto del Espíritu Santo y la vida piadosa son los mejores indicativos de la salud espiritual de la iglesia cristiana.
1 Co. 12:4-13, Gál. 5:22-23
Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de actividades, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para el bien de todos. A uno es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas, y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere. Así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, tanto judíos como griegos, tanto esclavos como libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu
Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

[18] Creemos: en la necesidad de que toda la cristiandad experimente un genuino despertar espiritual o avivamiento. Este despertar, de acuerdo a la Escritura, debe estar caracterizado por un gran amor y perseverancia hacia la Palabra como corte final de arbitraje y única palabra profética segura. También una carga por las almas que aún no han recibido el evangelio, y una convicción de pecado y humillación del pueblo de Dios. Todo ello trayendo como resultado una iglesia comprometida con la verdad, con la vida piadosa y con un profundo amor hacia la familia de la fe y al prójimo en general. Las señales y maravillas podrían acompañar tal evento, pero no representan la sustancia del mismo. Rechazamos las enseñanzas y corrientes actuales de algunos llamados avivamientos. Esto es, todo tipo de manifestación que sea contraria a la Palabra, al carácter del Espíritu Santo, y que no aporte en nada a la salud espiritual de la iglesia cristiana.




[19] Creemos: en la sagrada institución del matrimonio, según lo ordenado por Dios en su Palabra: un hombre y una mujer. El matrimonio es un pacto que constituye a ambos cónyuges en una sola carne y cuya vigencia será para toda la vida. Es un estado honroso que trae bienestar y bendición para la pareja cristiana y su prole. Solo la muerte de uno de los cónyuges y la infidelidad harán nulos los votos del pacto matrimonial contraídos ante Dios en plena conciencia de las partes. Rechazamos totalmente cualquier otro concepto de matrimonio que no esté en acuerdo con los estatutos de Dios revelados en su Santa Palabra.




[20] Creemos: en la labor profética que tiene la iglesia cristiana en medio de la sociedad en la que le ha tocado vivir. Esta labor implica la proclamación de la verdad de Dios, defender toda causa justa y oponerse a todo aquello que sea injusto y pecaminoso, de acuerdo a los principios absolutos de Dios. Creemos que la iglesia tiene el deber de denunciar la inmoralidad y hacer todo lo que esté a su alcance, según los principios del Evangelio, para que tengamos una sociedad más justa y donde se promuevan los valores cristianos. Separación entre la iglesia y el estado no quiere decir sacar a Dios de los asuntos civiles, ni tampoco el que la iglesia se mantenga ajena a todo aquello que pueda menoscabar la justicia, la libertad de culto y los absolutos de Dios. Nuestra iglesia sostiene que los cristianos tenemos el deber de asumir posiciones ante nuestra sociedad cuando los principios absolutos de Dios pretenden ser trastocados. Creemos que la iglesia tiene un rol importantísimo de crear conciencia social y afectar positivamente la cultura donde se desenvuelve






[21] Creemos: en la unidad de todos los cristianos bajo los principios fundamentales de la Escritura. Reconocemos que puede haber diferencias de menor importancia que no deben ser motivo de separación (estilos de bautismo, estilos de adoración, diferencias escatológicas, gobierno de la iglesia). Identificamos como doctrinas esenciales: Salvación sólo por gracia, Inerrancia y autoridad de las Escrituras, Divinidad de Cristo y la Trinidad. Rechazamos cualquier movimiento o filosofía de unidad sincretista y ecléctica en la cual se niegue nuestras creencias fundamentales o se promuevan los errores mencionados en esta declaración.
Efesios. 4:1-6; 2 Juan. 1:9-10
Yo, pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados: con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, procurando mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz: un solo cuerpo y un solo Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos y por todos y en todos
Cualquiera que se extravía y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ese sí tiene al Padre y al Hijo. Si alguno viene a vosotros y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa ni le digáis: « ¡Bienvenido!», porque el que le dice: « ¡Bienvenido!» participa en sus malas obras.

[22]Creemos: en la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo, la resurrección de los muertos y el juicio final. En un día que solo Dios conoce, Jesucristo descenderá del cielo visiblemente y reunirá a sus escogidos, resucitando a los muertos en Cristo y transformando a los creyentes que estén vivos. También los otros muertos serán resucitados y reunirá a todos los seres humanos para comparecer al día del juicio. Todo aquél cuyo nombre haya sido inscrito en el libro de la vida, será recibido en la gloria celestial. Pero aquél que no esté inscrito, será arrojado al castigo eterno en el gran lago de fuego y azufre.

2 Pedro. 3:10, Hechos. 1:11, Marcos. 13:26-27, Apocalipsis. 1:7, 1 Corintios. 15:50, 1 Tesalonicenses. 4:16, Juan. 5:28-29, 1 Tesalonicenses. 4:13-18, Apocalipsis. 20:11-15; 21:24-26

¿Matrimonio Homosexual?

Se encuentra este profesor cristiano, con una de sus estudiantes, que aprovecha la oportunidad, para hablarle sobre la discusión que hubo entre los estudiantes en el salón de clases del profesor X, que se especializa en cuestionar todos los planteamientos que hacen la sociedad y los cristianos acerca de la moral judeo-cristiana.

“¿Cómo está profesor? Gusto en saludarlo ¡Qué bueno encontrarlo! Tengo unas preguntas que hacerle sobre el asunto de los matrimonios homosexuales. Me dieron a mí la opción de defender en un debate la postura del por qué no deben de permitírsele a los homosexuales casarse, y quiero prepararme bien. Sabe usted muy bien que el Profesor X siempre nos ha dicho que tiene una regla para la discusión en clase: supervivencia del más fuerte. ¿Tiene unos minutitos para mí?

“Seguro que sí”.

“Pues mire profesor. Tengo unas ideas de cómo presentar el tema, pero quiero estar totalmente clara. Yo voy a comenzar a esbozar mí presentación y cada vez que usted entienda pertinente interrumpirme, me dice: ¡Para ahí! ¿De Acuerdo?

“Muy bien, comienza tu argumento”

“OK, comienzo. Los actos homosexuales son moralmente malos por que..........”

“Para ahí”

¿WOW, tan pronto profesor?

“Si, aunque estoy de acuerdo contigo de que dichos actos son moralmente malos, no es de ahí donde debes de partir, es más no creo que ni siquiera tengas que usar esa línea de argumentación”.

“¿Por qué no?”

“Porque la pregunta que está sobre la mesa concierne a lo que es la ley aprobada, la ley matrimonial existente y que hace cumplir el gobierno, no la ley moral”.

“Bueno profesor, pero, ¿no están relacionadas ambas?”

“Si, están relacionadas, pero no de la manera en que lo estás pensando. No es un requerimiento moral para el gobierno el que todo lo que sea negativo o inmoral, tenga que ser declarado ilegal”.

“¿Por qué no?”

“Es una norma el pensar que el trabajo principal del gobierno es el proteger el bienestar común, no el mero bienestar individual. Por ejemplo, puede ser inmoral la glotonería, pero la ley no puede estar llevando un registro de cuántos postres suculentos llenos de calorías el ciudadano ingiere. Es inmoral el que la gente se emborrache, pero si la gente lo hace en la privacidad de su hogar, la ley no se mete. Ahora bien, si usted se emborracha, antes de entrar en la cabina del jet comercial, para volarlo, entonces eso serían otros 20 pesos. ¿Me sigues?

“Seguro profesor”.

“Otra gran razón lo es la prudencia. La ley puede estimular la virtud moral, pero no puede darse a la tarea de prohibir todos los vicios imaginables, porque la cosa se saldría de control, en términos de hacer cumplir la ley. Por eso es una buena regla a seguir el concentrarse en aquellos vicios y conductas que son las peores”.

“Bueno profesor, el caso es que si yo no puedo ir del argumento de que si “X” es inmoral “X” debería de ser ilegal, ¿cómo entonces podría yo argumentar contra el matrimonio homosexual?”

“Mira mija. Es mucho más fácil de lo que tú piensas. Lo único que tú tienes que hacer es ser específica en cuanto a la ley de la que estás hablando y sobre el propósito moral que hay detrás de ella. ¿De cuál ley estamos hablando?

“Por supuesto de leyes que regulan el matrimonio”

“Aquí te va mi primera pregunta: ¿Por qué debemos de tener leyes que regulen el matrimonio?”

“Pues, profesor, para estimularlo y fortalecerlo, ¿para qué más?”.

“Buena respuesta. Pregunta dos ¿Por qué los que hacen la ley se deben de preocupar o no, de que los matrimonios sean unos sólidos?”

“Bueno, porque yo no veo manera en que hayas familias sólidas y funcionales, si no existen de la misma manera matrimonios sólidos y funcionales.

“Otra muy buena contestación. Aquí va la tercera pregunta: ¿Deben los legisladores estar preocupados por el bienestar o el debilitamiento de las familias?”

“Claro Profe, la familia es la unidad básica de la sociedad.

“OK, eso está bien, pero el tan solo el decir que la familia es la unidad básica de la sociedad, no es suficiente argumento como para que la gente pueda entender su importancia. Amplia más tu contestación”.

“Bueno, aquí vamos. Las familias producen niños. Las familias los protegen y los educan a que sean buenas personas, y si todo les sale bien, una vez esos hijos crezcan, asumirán unas responsabilidades sociales, se casarán y formarán otras nuevas familias. Si la cosa no sale bien, no van a madurar, crecerán para ser unos irresponsables y terminarán formando familias totalmente disfuncionales. Eso perjudicará a muchas personas, y en el último análisis, si la disfunción se convierte en la norma, se pondría en peligro la misma sociedad.”.

“Magnífico, en fin de cuentas, la razón por la cual tenemos leyes que regulan el matrimonio es con el finalidad de construir la sociedad, generación tras generación, a través de la procreación. Los niños necesitan a un papá y a una mamá, y eso es lo que el matrimonio es, marido y mujer. ¿Cierto?”

“Cierto”

“Ahora bien, las uniones homosexuales son totalmente irrelevantes a ese propósito. En este tipo de debate no hay ni siquiera que entrar en si sus estilos de vidas son buenos o no. Usted puede pensar que es un estilo abominable, o puede pensar que es lo mejor desde que se inventó el pan en slices. El asunto es que no tienen nada que ver con los propósitos para lo que se les otorgó un reconocimiento legal al matrimonio: no pueden mantener la gran rueda de las generaciones girando”.

“¡Tremendo Profesor! Puedo presentar una argumentación a favor del matrimonio heterosexual, y en contra del matrimonio homosexual sin entrar en debates sobre la maldad o bondad de ese tipo de estilo de vida”.

“Ciertamente. ¿Estás preparada para el próximo paso?”

¿Existe un próximo paso?

“Seguro, tú tienes que anticipar posibles objeciones al argumento presentado. Tienes que estar preparada para responder a los mismos”.

“Profe. ¿Objeciones cómo cuáles?”

“Ahhh, yo no te la voy a poner fácil. Piensa. Ya posiblemente has escuchado algunos de ellos de parte de tus compañeros de clase y de profesores. Tira el primero”.


“OK. Usted me dice a mí que las uniones homosexuales son irrelevantes al propósito de las leyes que regulan el matrimonio porque los homosexuales son estériles, no pueden procrear. ¿Cierto? Pero, ¿las uniones entre hombre y mujer, no resultan a veces también en esterilidad?”

“Es cierto, pero la tendencia de la unión hombre-mujer es a producir niños. Son estériles solo cuando algo interfiere con la tendencia. La unión homosexual es simple y llanamente estéril”.

“Pero profe, en un sentido la unión homosexual puede ir alrededor del issue de la esterilidad –ya sea por adopción, o donación de esperma. Así es que el argumento del propósito procreativo del matrimonio se puede obviar porque aunque es cierto que no pueden procrearlos, si es cierto que pueden criarlos. ¿Cómo se puede rebatir eso? Yo no podría argumentar el que una lesbiana o un homosexual no pueda ser capaz de amar a un hijo”.

“El problema con un par de homosexuales criando un niño, no es que no puedan ser capaces de amarlo. Es que los papás y las mamás son diferentes, y los niños los necesitan a ambos. Tener dos “papás” y dos “mamás” no es lo mismo. Esto no solamente es sentido común, hay un gran y creciente cuerpo de evidencia de investigación sociológica que apoya nuestro punto”. 1

“Bien profesor, le acepto ese argumento, pero algunas personas no lo aceptan porque dicen que el matrimonio no solo es asunto de procreación, sino también de amor. Yo no quisiera verme en una situación donde tenga que discutir el hecho de que hayan parejas homosexuales que se tengan un verdadero afecto”.

“No creo que tengas que argumentar eso. El punto crucial es este. Por supuesto que el amor es algo sumamente importante en el proceso procreativo de marido y mujer. Pero la ley no está meramente interesada en el asunto del amor per sé. En lo que tiene interés es en esa asociación procreativa que perpetua la raza humana. Si el afecto o amor, lo viésemos como algo apartado del proceso procreativo, y como elegibilidad para establecer el estatus legal de matrimonio, entonces legalmente nos podríamos casar con el gato, el perro o el goldfish de la pecera”.

“Bien profesor, tengo una última objeción. ¿Dónde está el daño de un matrimonio homosexual? ¿No están deseosas todas estas parejas homosexuales de contraer matrimonio, para estabilizar sus vidas? ¿Cómo lo que pueda hacer una pareja homosexual puede afectar al matrimonio heterosexual, o a la sociedad?”




“Primero, no es cierto que el matrimonio signifique tanto para la mayoría de las parejas homosexuales. A muy pocos homosexuales les interesa realmente el contraer matrimonio. Esto se puede probar estadísticamente. En todas las localidades en donde se han hecho disponibles, ya sean las uniones civiles, o las parejas domésticas, solo un muy reducido grupo de parejas homosexuales han aprovechado las mismas. Esto nos sugiere claramente que la razón verdadera por las cuales estos grupos activistas están buscando el matrimonio homosexual, no es porque quieran casarse, sino obtener aprobación social. En segundo lugar, y no menos importante, la ley es maestro. Para bien o para mal, educa. ¿Qué mensaje le enviamos a una sociedad si permitimos que la oferta legal de matrimonio se le extienda a las parejas homosexuales? El mensaje que enviamos es que el matrimonio y la procreación nada tienen que ver el uno con el otro. ¿Sería eso un avance para las familias y su perpetuación?”

“No profesor, sería terrible para la familia. Oiga profesor usted me ha dado tremendos argumentos, pero ¿usted tiene una idea de cómo hacer que la gente los escuche”?

“Ahhh, muchacha, eso es un poco más difícil”.



1 Ver Bruce J. Ellis, John E. Bates, Kenneth A. Dodge, David M. Fergusson, L. John Horwood, Gregory S. Pettit y Lianne Woodward, “Does Father Absence Place Daugthers at Special Risk for Early Sexual Activity and Teenage Pregnancy?” Child Development, Vol. 74, pp. 801-821; David Popenoe, “Life Without Father” ( Harvard, 1996 ); Eleanor Maccoby, “The Two Sexes” ( Harvard, 1998 ); y Steven Rhoads, “Talking Sex Differences Seriously” ( Encounter, 2004 )
 
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